Vivir me decían era así, y no había misterio alguno en ello.
Un guión obscuro establecido entre lo que tiene que suceder
y aquello que no sucederá nunca.
Y Fuimos...
Entonces nos perdimos,
por pensamientos, palabras, actos y omisiones.
Y todas las palabras resbalaron por infinitos precipicios,
sin recordar el sonido de nuestra voz,
ni el eco de las noches,
en que todas nos habían pertenecido.
Amie