Stop - Reescrito.

Sabes?
Pienso ahora que en estos años , que nos hicieron conocer nuestro mundo,
el sitio donde cada semana nos hemos visto, nos hemos querido, nos hemos devorado,
nos hemos entregado el uno al otro nuestras más intensas sensaciones.
Desde el principio decidimos que aquello sería algo parte de nuestra "otra vida".
Nuestra vida, la tuya y la mía, empezaba al entrar, y terminaba al salir.
El mundo no nos iba a permitir otro espacio.
Condenados a vernos clandestinamente,
confinando nuestra pasión a aquellas horas secretas.
Muchas veces nosotros mismos nos hemos asombrado de nuestra pasión.
La comtemplábamos con la admiración con que se mira el mar,
Las Meninas de Velazquez, la belleza de una puesta de sol o la luna.
Está ahí, y basta.
A lo largo de todo este tiempo, hemos levantado una relación que ha sido Arte.
Para comtemplarla como una obra de arte, para gozar con su recuerdo.
El gozo de nuestros cuerpos, y nuestras sensibilidades son un espácio sublime.

Las escenas de amor, esas donde nos sentimos plenos, donde tocamos la cima de nuestra propia estima, son como si en su fuego alcanzásemos a desentrañar el más profundo de nuestros mistérios, o mejor, como si ya no necesitara ser desentrañado, como si las grandes preguntas encontrasen, al igual que en la luz de un relámpago , una respuesta que, aunque despues no podamos recordar, ya deja en nosotros la certidumbre de que somos Uno.

El amor, el placer, el juego de los sentidos, la escritura como pasión, el arte, son nuestros espejos. Apostamos siempre por el dulce deseo.

Nuestras horas estan teñidas de sensualidad, deseo, máscaras, ambiguedad y de juego.
Somos puro juego.

Siempre supimos que no teníamos límite, nunca ignoramos los instintos, ese instinto que olfatea nuestra identidad de origen, de clase , de gustos, de educación, y de destino.

Creo que no hubiésemos deseado otra clase de amor, ese otro sereno, tranquilo,
ese que acaso es el único pacto posible con la soledad.

Nosotros nos entregamos al relámpago !!!

Amie